martes, 24 de noviembre de 2009

He decidido hablar en esta entrada de los nativos digitales y de los inmigrantes digitales. La verdad es que nunca había escuchado estos términos hasta que estuve en el evento blog, donde se habló bastante de estos nuevos conceptos nacidos hace poco.

Estos términos fueron creados por Marc Prensky para designar dos grupos sociales dentro del mundo de las nuevas tecnologías. Según esta clasificación, los nativos digitales serían todos aquellos nacidos a partir de los años ochenta y que han crecido y están creciendo junto a estas nuevas tecnologías como son el ordenador, internet o el teléfono móvil por ejemplo. Son personas que saben manejar todas estas tecnologías no porque los hayan enseñado, sino porque han nacido con ellas y han aprendido a manejarlas al mismo tiempo que a leer o escribir. A este término se contrapone el de inmigrante digital, que lo componen todas aquellas personas nacidas antes de los años ochenta y que se han visto obligadas a aprender estos avances tecnológicos mediante cursos o, en muchos casos, a través de sus hijos. Estas personas han visto nacer los ordenadores, Internet y los teléfonos móviles, han vivido su evolución y han aprendido a convivir con ellos a pesar de no haberse criado con este tipo de tecnologías.

Aunque es cierto esto de que las últimas generaciones saben manejar estas tecnologías porque las han vivido desde siempre, no estoy del todo de acuerdo con estas acepciones. Yo personalmente nací a finales de los años ochenta y no tuve ordenador hasta los trece o catorce años, entonces la tarifa de Internet era a partir de las seis de la tarde y si querías conectarte tenías que desconectar el teléfono y la línea se caía cada diez minutos. Igualmente, no tuve móvil hasta más mayor, y recuerdo no saber mandar ni un sms cuando tuve mi primer móvil. Así, yo tampoco he crecido con estas tecnologías, y sin embargo soy una nativa digital. Hay igualmente inmigrantes digitales que saben manejar estas tecnologías de manera extraordinaria, mejor que muchos nativos digitales que, por edad, deberían saber manejar mejor.

En esta mesa redonda celebrada en el evento blog se creó un gran debate en relación a estos términos, y pude darme cuenta del dinamismo de estas personas que tienen un gran conocimiento de las nuevas tecnologías y la sociedad de la información. Así, os dejo para que reflexionéis acerca de estos términos y penséis lo que han avanzado las tecnologías en tan poco tiempo, hasta el punto de dividir la sociedad en función de haber nacido o no bajo su dominio.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

La Universidad de Sevilla data del siglo XVI, siendo el fondo documental que posee bastante antiguo e importante. El día 11 de este mes, los alumnos de biblioteconomía tuvimos una gran suerte al poder visitar el fondo antiguo de dicha universidad.



Para empezar, el director del fondo antiguo de la universidad no enseñó aquellas obras imprescindible para cualquier humanista que se dedique a la investigación o al estudio de las bibliotecas: nos enseñó el ABEPI (Archivo bibliográfico de España, Portugal e Iberoamérica), este documento recoge todo el repertorio biográfico fotografiado y expuesto en microfichas de autores españoles, portugueses e iberoamericanos. Igualmente, puso gran importancia en la bibliografía de Antonio Palau, donde se recogen a modo de diccionario todos los autores españoles anteriores a 1840. Se encuentra en siete volúmenes. Finalmente debemos conocer también la Bibliografía de autores españoles de Aguilar Piñar, que es una relación de todas las obras impresas y manuscritos de autores españoles del siglo XVIII, aunque en este caso debemos tener cuidado, porque se reduce a lo que él consultó, por lo que a pesar de ser muy completo, es posible que falten datos o autores. Este documento consta de ocho volúmenes.


A continuación nos explicó la historia de la biblioteca de la universidad de Sevilla, lo que nos explica el fondo antiguo que posee la universidad. La universidad de Sevilla se fundó en 1505 por Maese Rodrigo Fernández de Santaella, arcediano de la catedral de Sevilla. En un principio, se ubicaba en el colegio Santa María de Jesús, en Puerta Jerez. Además, estaba formada por dos centros, el colegio y la universidad, ambos con el mismo nombre y conocidos vulgarmente como Colegio-Universidad Maese Rodrigo. En estos momentos la biblioteca de la universidad es realmente pequeña, puesto que los libros que posee son únicamente los donados por el Maese Rodrigo. Igualmente, el nivel de enseñanza de la universidad en sus orígenes es paupérrimo.




Y fue a partir del siglo XVIII la biblioteca de la universidad empieza a crecer considerablemente, produciéndose la donación del cardenal Luis Beluga y la expulsión de los jesuítas a finales de siglo, con lo que la universidad se quedó con todas las bibliotecas jesuítas (realmente importantes tanto en cantidad como en calidad) y la casa profesa (actual facultad de Bellas Artes).

Durante la última parte de la visita el director del fondo antiguo nos estuvo enseñando algunos de los libros más antiguos y notables de la biblioteca, empezando por los libros pertenecientes al siglo XV, del cual el más notable sin duda es la biblia de Johannes Gutenberg, llamada también de las 42 líneas o nazarina. De esta biblia hay únicamente entre veinte y treinta ejemplares en todo el mundo, y en España tan sólo dos: en Burgos (donde se encuentra la biblia completa) y en la universidad de Sevilla (donde sólo está el segundo volúmen). Es considerado uno de los libros mejor impresos de la historia dada su uniformidad, y la imprimió Gutenberg antes de agosto de 1456.

Nos enseñó también la biblia latina en 5 volúmenes de 1430; El sueño de Polifilo de 1499, escrita ya en letra humanística y que procede de la compañía de Jesús; La crónica de Nuremberg, impreso en Nuremberg en 1493 en letra gótica y que expone una historia universal a modo medieval. Esta obra posee 1800 grabados xilográficos.

En cuanto a libros del siglo XVI destaca Theatro de la Tierra Universal, de Abraham Ortelio. Éste es el primer atlas con fundamento científico de la historia, posee mapas calcográficos muy precisos y data de 1587.

Del siglo XVII pudimos ver In Evangelia, de Gerónimo Nadal. Este libro data de 1607, se hizo después del Concilio de Trento y supone una guía perfecta para los artistas en cuanto a motivos religiosos. Vimos también un volumen facticio encuadernado en pergamino. Este volumen tuvo que ser encuadernado hace cinco años debido a su estado de conservación y a que son ejemplares muy raros. Cuenta con 200 obras de relaciones de sucesos mayoritariamente, aunque también hay sucesos fantásticos. En estos sucesos ya podía observarse manipulación política. Esta relación de sucesos puede verse en internet en una exposición virtual organizada por la propia universidad.

Por otra parte, vimos un índice de libros prohibidos datado en 1632, al igual que un libro de Erasmo de Rotterdam "respetuosamente" censurado por la inquisición, ya que en este caso únicamente habían tapado aquellas partes que consideraban censurables, dejando el resto intacto. Este tipo de censura es respetuosa ya que en muchos casos lo que se hacía era arrancar toda la hoja directamente. Del siglo XVII vimos finalmente un encebidio de Catulo, Propercio y Tíbulo. Se trata de un libro que, a pesar de contar con un formato realmente pequeño, es bastante legible.

Del siglo XVIII nos enseñaron la Enciclopedia de Diderot con encuadernación en holandesa, es decir, con el lomo del libro en piel y el cuerpo en otro material. Este documento data de 1784 y, gracias a los grabados calcográficos que posee ha ayudado a que se conozca cómo se hacía un libro en esta época. Finalmente, vimos la primera bibliografia hecha en España, de Nicolás Antonio. Sus obras son de gran calidad y se siguen usando para localizar determinadas obras.

El fondo antiguo de la universidad de Sevilla cuenta en total con 70000 libros anteriores a 1900 y cuenta con dos archivos científicos personales pertenecientes al arqueólogo Antonio Delgado y a los hermanos Luis y Santiago Montoto. Cuenta también con una colección de manuscritos de los diarios de navegación de Pedro Sainz Andina, con manuscritos dictata de teología y derecho, y con una gran cantidad de códices.

Todos estos documentos y otros muchos con gran importancia son guardados en cajas fuertes o en depósitos a los que tan sólo se puede acceder con tarjeta. Es evidente que estos documentos deben cuidarse con mimo y gran seguridad para no perderlos y que sigan ayudando al mundo intelectual como patrimonio de todos.

Para finalizar mi post, decir que se puede acceder al catálogo del fondo antiguo de la universidad a través de la página de la biblioteca de la universidad de Sevilla (bib.us.es), también podemos acceder a los fondos digitalizados en la página fondosdigitales.us.es


viernes, 6 de noviembre de 2009

Un diseño divertido

Esta foto corresponde al edificio de una biblioteca pública de Kansas City.




Las bibliotecas intentan ser cada vez más modernas, con edificios espectaculares que muestren la importancia de las bibliotecas dentro de la sociedad. Pretenden llamar la atención y hacer ver a los usuarios que se encuentran ahí. Así, encontramos los edificios de la biblioteca de Seattle, la de Alejandría o el futuro CRAI de la universidad de Sevilla.



Biblioteca de Seattle



Biblioteca de Alejandría


CRAI de la Universidad de Sevilla

A pesar de que todos estos diseños son muy modernos e interesante, hasta ahora la verdad es que a nadie se le había ocurrido hasta ahora hacer una biblioteca en forma de libros gigantes. Desde luego, es un diseño que no pasa desapercibido,y es muy divertido, es una forma perfecta para llamar la atención de la gente que, aunque sea por curiosidad seguro que acabará entrando en la biblioteca.

martes, 3 de noviembre de 2009


En la última clase hablamos, entre otras cosas, de los CRAI o Centros de Recursos para el Aprendizaje y la Investigación. Se trata de las nuevas bibliotecas universitarias, donde encontramos una biblioteca física y virtual diseñada para la ayuda al estudiante. Son espacios de sociabilidad donde no solo hay bibliotecarios, sino informáticos, especialistas en audiovisuales, etc. que ayudan al alumnos y los investigadores en todo lo que necesiten a la hora de estudiar o realizar sus trabajos de investigación.

La verdad es que estos nuevos proyectos de bibliotecas son muy interesantes porque suponen una adaptación a las nuevas tecnologías que resulta muy últil ya no solo para los estudiantes, sino para todos en general ya que a menudo no sabemos cómo usar estas nuevas tecnologías a nuestro favor, y en estos nuevos centros te enseñan a utilizarlos. Se habla además del fin de las bibliotecas, sin embargo, con estos nuevos proyectos lo único que puede tener fin es la biblioteca tradicional hacia unos nuevos modelos más modernos y útiles para nuestra sociedad. Aunque los libros son importantísimos y muy útiles para los estudiantes, no debemos olvidar que vivimos en la llamada sociedad de la información, donde las nuevas tecnologías toman un papel muy importante que no podemos ignorar. De esta manera, las bibliotecas, como lugares de sociabilidad, aprendizaje y estudio tienen el deber de ayudarnos a usar estas tecnologías en beneficio del saber.

A continuación os dejo las fotos del proyecto ganador del CRAI de la Universidad de Sevilla.



Aquí os dejo el enlace al diagrama que lo explica.
http://fama2.us.es/earq/nuevabca/diagramavertical.pdf

A continuación también os dejo un enlace del CRAI de la Universidad de Wisconsin, la verdad es que es muy interesante.
http://www.uwstout.edu/lib/tour/index.htm

;;